EL TRAGICO FINAL DE UN BOEING 747-8

Justamente había estado leyendo sobre esta nota y la verdad no me iba a quedar con las ganas de hablar del tema así que decidí hacerlo en el primer post de esta nueva seccion de mi blog.

El N485BJ se despide sin siquiera haber sido operado por ninguna aerolínea.
Autor: SH Aviation Photography via Facebook


Se ha hablado últimamente del triste adiós a uno de los Boeing 747-8i mas jovenes pues no contaba siquiera con 50 horas de vuelo, éste iba a pertenecer al sultan heredero de Arabia Saudita Abdul Azis, pero de forma sorpresiva murió el pasado año 2021 y con el tal parece que también el que iba a ser su regalo 😔😢.

Se sabe que se ha intentado vender el tetramotor a un precio de 95 millones de dolares lo que representa una quinta parte de su coste original desde que salio de la planta pero no ha habido interes con todo y su configuración VIP que le da una autonomía de 16357 kilometros y un espacio de 444.63 kilometros cuadrados interior. Este Boeing 747-830BBJ que lleva el registro N485BJ salió de la fabrica hace solo 10 años y como ya lo mencioné no tiene ni siquiera 50 horas de vuelo, éstas han sido por el traslado a diversos puntos empezando por el EuroAirport Basel Mulhouse Freiburg (BSL) donde fue llevado en 2012 con solo cinco meses de haber salido de fábrica y donde sería modificado en su interior, después permaneció en aparcamiento de ahí hubiera salido para tierras árabes seguramente para el que sería su futuro propietario, hasta que el pasado mes de abril de éste 2022 fue llevado hasta el desierto de Arizona en donde le han ido siendo retiradas varias partes como los alerones y sus cuatro turbofan General Electric GEnx y algunas otras secciones del fuselaje, tiempo ha pasado y entonces comenzará el desguace.

Muy lamentable que uno de los aviones mas emblematicos tenga éste triste desenlace, solo quizas sirva de consuelo que algunas de las partes que le han quitado ahora esten en algunos otros aviones del tipo que esten operativos.


CREDITOS DE LA IMAGEN A SU AUTOR

Por: Daniel Torrijo 


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